miércoles, 12 de enero de 2011

Said & Done

Dicho...... y hecho.

Temblaba asustada por lo ocurrido. Acurrucada entre unos contenedores, con la cabeza entre las rodillas, llorando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Las lágrimas se deslizaban por mi cara, y después por mis rodillas, mientras que el sonido de los truenos de la tormenta que se acercaba me asustaban aún más. No podía moverme, el miedo me paralizaba, pero tampoco quería, tan solo deseaba pasar desapercibida, que todo fuese un sueño y que al despertarme todo volviera a la normalidad.

Escuché como unos pasos empezaban a alejarse, a la vez que el sonido de las sirenas de una ambulancia se acercaban. Sin dejar de llorar, decidí salir de mi escondite, gateando, y me acerqué lentamente hacia mis padres. Estaban los 2 juntos, tumbados en el suelo, cubiertos de sangre, con las carteras vacías tiradas a su lado. Me recosté sobre ellos, les daba golpes en el pecho, impotente, esperando hacerles reaccionar de alguna manera, llorando cada vez más, pero no conseguía nada, y volví a recostarme sobre ellos, mientras miraba a la calle por la que había oído los pasos alejarse. Una cabeza asomó por esa misma calle, clavando su mirada en mis padres muertos y en mi, y poco a poco su boca esbozó una sonrisa. Yo lo miré, llena de dolor y de rabia, con los ojos cubiertos de lágrimas, pero podía ver perfectamente esa cara, jamás la olvidaría. Apretando los dientes de furia, miraba fijamente a esa persona, y sin dejar de mirarla, solo pude decir 2 palabras: Me vengaré. Lo gritó todo lo alto que me permitía mi voz, justo al gritarlo empezó a llover, y en ese mismo instante dejé de llorar.

Y aunque han pasado 10 años, jamás olvidé aquella noche, me despierto llorando y sudando recordando aquel día, y sé que mis pesadillas pasarán haciendo una cosa, cumpliendo lo que juré bajo la lluvia.

Ya no soy aquella niña de la que te reías mientras huías después de haber robado y asesinado a sus padres, la que solo lloraba y lloraba sin consuelo.

Me vengaré, eso es lo que dije, y eso es lo que haré, maldito bastardo.



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