viernes, 26 de abril de 2013

Iron Man 3


Tras una buena temporada de espera, por fin ha llegado a los cines españoles una nueva película de Marvel, la primera tras el gran éxito que supuso la reunión de los héroes de Marvel en Los Vengadores. Con esto teóricamente da comienzo la fase 2 en el proyecto de Marvel, que irá presentando películas sobre héroes ya conocidos, como Thor y Capitan América, y de otros nuevos, como Ant Man, que culminará en el 2015 con la continuación de Los Vengadores.

Pero esto no es para hablar de Marvel, ni mucho menos, este post se lo ha ganado a pulso mi querido Iron Man, o lo que es lo mismo, Robert Downey Jr en su máxima expresión. Por que yo no se que tendrá el señor Downey, pero los personajes chulescos y egocéntricos los borda, es difícil, por no decir imposible, imaginarse otro actor encarnando al carismático Tony Stark.

Esta tercera entrega de la saga Iron Man nos presenta a un Tony Stark más vulnerable, con ataques de ansiedad y con insomnio, por lo que pasa gran parte de su tiempo en el taller, trasteando con sus incontables juguetitos, a lo cual hay que sumarle que ya se encuentra exento de todo tipo de responsabilidades con su empresa, la cual es dirigida por Peper Potts (Gwyneth Paltrow, nombrada mujer más bella del mundo).

A pesar de seguir mostrándose igual de engreído, algo a cambiado en Tony Stark, no es el mismo desde lo ocurrido en Nueva York con Los Vengadores. En estos momentos de flaqueza, un nuevo enemigo se eleva ante él, el Mandarín (Ben Kingsley), un terrorista que no duda en atacar al mismísimo Iron Man, lo cual le lleva a hundirse en su propio infierno personal. Incluso en estos momentos de flaqueza, Stark no pierde su personalidad, e intenta seguir adelante, incluso prescindiendo de su propia armadura. No seguiré contando más, no quiero destrozaros la película, jeje.

A la gran interpretación de Robert Downey Jr, también hay que sumarle la gran labor de los secundarios, que adquieren mayor protagonismo en esta entrega, como son el coronel James Rhodes (Don Cheadle), Happy Hogan (Jon Favreau) y la propia Peper Potts, a los que se añaden las nuevas incorporaciones, como Guy Pearce y el propio Kingsley.

La dirección también ha sufrido un cambio de manos, estando a cargo esta vez por Shane Black, que ha sabido estar a la altura y crear una buena película. Los efectos especiales son espectaculares, creando escenas realmente buenas e impactantes (hay una en especial que me gusta mucho, solo recordad estas palabras: "Protocolo Fiesta en Casa").

En lo personal, lo que más echo en falta es alguna canción de ACDC, había sido la banda sonora de las dos películas anteriores, la banda sonora en general de esta tercera parte es menos rockera. Pero salvando este detallito, una película que bien merece la pena ir al cine a verla y disfrutarla, solo o en compañía, bien sentado en tu butaca.







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