sábado, 26 de octubre de 2013

Laura Gallego y su Libro de los Portales

Muy buenas a todos, hacía tiempo que no escribía, pero lo he ido retrasando un poquillo, aunque tenía alguna cosa más por escribir pendiente, pero se me han ido olvidando, y como tenía una idea un poco fija de lo próximo de lo que quería escribir, pues he tenido que esperar, y el motivo no ha sido otro que me parecía cutre escribir sobre un libro sin haberlo terminado, así que hace un par de días lo he terminado, y hoy me dispongo a hablar sobre él, y sobre la autora, una de mis favoritas.

Últimamente no leo tanto como me gustaría, ya fuera por falta de tiempo, ya que me da cierto reparo ponerme a leer algo por gusto cuando tengo mil cosas que estudiar aún, y al final ni una cosa ni otra; o porque tengo demasiadas aficiones para tan poco tiempo, o simplemente que no he encontrado el libro adecuado, ya que hace un par de meses comencé algún libro, pero no me llamaba la atención, me aburría, así que ahí los tengo abandonados en la estantería, con el marcapáginas señalando donde lo había dejado, pero la verdad, sin ninguna intención de continuarlo a corto plazo.

En mi cumpleaños, ya en el lejano Abril, mis amigos me regalaron un libro, titulado El Libro de los Portales, de Laura Gallego. Lo había guardado en la estantería, ya que en ese momento no disponía de tiempo para dedicarle, por lo que ahí estaba, aguardando a que lo cogiera con ganas. Y se hicieron de rogar, pero la semana pasada me animé, y fui directo a por él. Yo soy de leer por las noches, justo al acostarme, así que me tumbé en la cama, encendí la lamparita y me metí de lleno. Me estaba gustando como comenzaba, y cuando tienes esa sensación al día siguiente de que quieres acostarte pronto para poder leer más tiempo, es que es muy bueno, y eso es lo que me pasó con este libro, deseando acostarme para continuar la aventura, cosa que hacía bastante tiempo que no me pasaba, por lo que en menos de una semana ya me lo había terminado.

La historia se centra en un continente, Darusia, donde los portales son un medio básico para desplazarse, y donde los más ricos pueden tener uno particular. Pero estos portales no pueden pintarlos cualquiera, solo los maeses adiestrados en la Academia pueden hacerlo. Para ello, aparte de usar una pintura especial para ello, deben aprender a manejar los distintos instrumentos, ya que deben medir coordenadas especiales y realizar un diseño en función de unas bases. Todo comienza cuando Tabit, estudiante de último año, viaja a un lejano pueblo para pintar un portal a un campesino, lo que significaría aprobar el último año y convertirse en maese, pero esto solo será el comienzo de una serie de acontecimientos que le llevarán a recorrer media Darusia, durante el cuál su historia se cruzará con la de otros personajes de lo más variopintos.

Como hago con las películas no os voy a seguir destripando la historia, si queréis saber más, tendréis que leerlo, sólo puedo decir que merece la pena.

Y ya que estaba puesto, pues me parecía adecuado también hablar sobre la propia autora, sobre todo como empezó mi "relación", literariamente hablando, con ella. Y la verdad es que fue de casualidad, con su primera publicación, Finis Mundi, no recuerdo ni que edad tenía en aquellas, sólo se que disponía de mucho tiempo libre, y gran parte de ese tiempo lo dedicaba a leer. Y ese verano me llegó ese libro, que por conocidos y demás, incluso venía firmado y dedicado, lo cuál a un chaval de mi edad (en aquellas) pues suponía un aliciente más para leerlo. Venía dedicado para mi hermano y para mí, pero él se dedicaba a otros menesteres, la lectura no era de sus aficiones favoritas, jaja. Y no se hizo esperar, esa misma tarde comencé a leerlo, y pocos días más tarde ya lo había terminado, totalmente encantado con lo que había vivido con él. Años más tarde vi que suponía una de las lecturas obligatorias en el colegio, lo cuál me alegró, por fin mandaban leer libros entretenidos de verdad, y no los tremendos tostones que había que tragarse, jaja. A mí no me pilló esa lectura, pero sabía que los chavales lo agradecerían.
Tiempo más tarde, descubrí con alegría que se había hecho famosa con su trilogía de Memorias de Idhún, y me las leí en un mes, quedando de nuevo maravillado con la gran historia que es capaz de contar.
Y ya ahora, años más tarde, vuelvo a maravillarme con su última publicación. A pesar de que sus publicaciones siempre van orientadas a un público mas juvenil/infantil, a mi me encantan, será que aún me siento un niño, jajaja. Mi estilo de literatura es siempre orientada a la fantasía y las aventuras, es la que me gusta leer, y a veces intentar escribir, aunque los relatos cortos que suelo escribir aquí van orientados a cosas más tristes, para contar algo triste unas pocas lineas bastan, pero contar una emocionante aventura, necesitas muchas páginas, cosa que espero poder conseguir con mayor o menos éxito, es un proyecto que tengo desde hace más de 10 años, y quien sabe si podré terminarlo.
Bueno, que me desvio del tema. Como decía, ese estilo de literatura fantástica es la que me atrae enormemente de Laura, esa forma de contar las cosas sin que lleguen a aburrir o cansar, de forma simple, pero elegante, fácil de entender y lleno de emoción, es de la forma que a mí mismo me gustaría ser capaz de escribir. Me gustan Tolkien, Conan Doyle y más, pero siempre en alguna parte de sus libros llegan un momento de largas explicaciones, grandes descripciones que en ocasiones pueden resultar aburridas, pero a ella eso no la ocurre, y es lo que más se agradece, ni que a pesar de esos puntos muertos entre los momentos tensos, la historia no decaiga.
No soy ningún crítico literario, y puede que las cosas que estoy diciendo sean bobadas para los entendidos en la materia, pero sí se lo que me gusta y lo que me hacen sentir sus libros, y es ese amor a la lectura que a veces uno olvida por las obligaciones del día a día. Por lo que leer un libro de ella es sinónimo de una gran historia que no te dejará indiferente.

Y aquí acaba mi opinión respecto a Laura Gallego y su última obra. Más adelante puede que escriba sobre sus otras obras que me he leído, no quería abarcar todo en una misma entrada, cada cual merece su propio espacio aquí.

Y lo dicho, invertir tiempo en un buen libro nunca es una pérdida de tiempo.

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