martes, 17 de diciembre de 2013

El Hobbit: La Desolación de Smaug

Este viernes pasado por fin llegó el día del estreno de la segunda parte de El Hobbit, pero tuve que esperar un día para ir a verla, y como no podía ser menos, una reseña tenía que hacer, jeje.

La historia comienza, como suele ser habitual en la saga de El Señor de los Anillos, con un flashback en el tiempo, de como se conocen "casualmente" Gandalf y Thorin, pero minutos después regresa a su presente, con los enanos, el hobbit y el mago escapando de los orcos.
En su camino, para ahorrar tiempo, deben atravesar un bosque, pero antes de entrar, Gandalf se separa del grupo para investigar lo que ocurre en la antigua fortaleza de Dol Guldur y el extraño nigromante.
Ya en el bosque, la expedición de los enanos prosigue su camino como puede, ya que se esconden mil peligros dentro. En el bosque aparecen los elfos, volviendo a la pantalla Légolas, con una actitud algo más ruda de la  que se recuerda en el Señor de los Anillas, y Tauriel, una elfa guerrera compañera de Légolas, que capturan a los enanos y los escoltan a su ciudad.

Ahí lo dejo, no me gusta contar la historia, aunque en este caso es complicado explicarlo, porque la película termina a medias, lo que deja aún más con las ganas de que salga pronto la tercera y última parte de la saga, solo decir que el dragón ya se muestra, jeje.

Realmente poco que describir sobre la película, los efectos son tremendos, así como la ambientación, los trajes y demás, continuando la línea de la saga del Señor de los Anillos y de la primera parte de El Hobbit.
La música, continuista pero efectiva, y los actores muy bien en su papel.
Un peliculón donde lo peor de todo es la espera de un año para ver como termina esta fantástica trilogía.
El otro pero que le puedo encontrar a la película, que tal vez solo sea una apreciación mía, o que se arregle en la tercera entrega, es un detalle en el guión, es difícil de explicar sin contar nada de la película, por lo que haré un poco de spoiler, así que si no quieres enterarte de esto, no leas esto hasta el siguiente punto y aparte, jeje. El caso es que Sauron hace acto de presencia, no en forma física, sino en forma de bruma negra, convirtiéndose después en el gran ojo rojo que saldrá en el señor de los anillos. Si no recuerdo mal, en el Señor de los Anillos, a todos les pilla por sorpresa que Sauron haya vuelto a la vida y siembre el caos por la Tierra Media, pero en esta película Gandalf lo ve, por lo que creo que es un pequeño fallo en el guión, al menos a priori.

Ya se acaba el spoiler, es una pequeña bobada que no afecta en absoluto a la película, pero me llamo la atención ese detalle, estas pequeñas cosas son las que me gustan de secuelas o precuelas de las sagas, que hacen referencias a sus predecesoras, y como digo, en este caso no se si de forma acertada, contando con que los guionistas y director son los mismos que en el señor de los anillos.

 Como digo, una peliculón que debéis ver si os gustan las aventuras.

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