miércoles, 14 de octubre de 2015

El deber del ciclista

La verdad es que me ha costado bastante elegir un título para la entrada de hoy, no había uno que me llegase a convencer, y digamos que me he decantado por el menos malo, ya que tampoco es que vaya a hablar exclusivamente de los ciclistas, pero bueno, de perdidos al río.

Desde ya hace bastante tiempo se están haciendo campañas para respetar a los ciclistas y motociclistas, lo cual me parece correcto y normal, todo lo que sea concienciar a la gente para que no ocurran accidentes está bien, pero digamos que este acto también tiene que ser recíproco y concienciar a esos ciclistas y motoristas a respetar las normas. Esta claro que habrá gente que las normas no les importe en ambas partes, la diferencia es que si los ciclistas se saltan las normas si integridad física corre más riesgo que cualquier otro.

¿Y a qué viene todo este cuento? Pues que prácticamente todos los días que tengo que desplazarme con el coche me encuentro con un desprecio total a las normas de tráfico por parte de ciclistas y motoristas, la mayoría de ellas relacionadas con saltarse los semáforos en rojo a la ligera o adelantamientos un poco arriesgados, aunque el colmo es ver como cruzan calles de dirección única en sentido contrario, de lo cual por desgracia no sólo lo he visto, me ha pasado que al meterme en una calle justo al torcer me he encontrado un ciclista de frente y he tenido que clavar el freno, con el susto consecuente. Lo que más me molesta, aparte de eso, es que encima se quedan mirando como si me estuvieran perdonando la vida y siguen sin ni siquiera disculparse por esa maniobra. A ver si vemos la realidad tal como es, el que "perdona la vida" en esa situación es el conductor del coche, ya que a mi no me habría pasado nada, y como poco el ciclista acabaría en el hospital. Otra parte negativa de esta situación, que yo creo que nadie se conciencia de ella sólo por el hecho del daño físico que puede llevarse el ciclista, es el daño psicológico que se lleva el conductor, porque a pesar de que no fuera mi culpa, yo estaría fatal si me pasara eso, pero seguro que el criticado sería yo por haber atropellado a un ciclista.

Con esto sólo quiero que los ciclistas y demás colectivos de dos ruedas tomen más precauciones, ya que sus vidas haciendo estas tonterías son las que corren peligro, no las de los conductores de coches. Es evidente que hay gilipollas en todos lados y no se debe generalizar, pero parece ser que me los cruzo yo a todos, jajaja.

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