miércoles, 27 de abril de 2016

Videojuego online, ¿buena mejora o un gran error?

A día de hoy la industria del videojuego está en alza, atrayendo a jugadores de todo tipo, ya que se juntan las generaciones de antiguos jugadores con los jóvenes adolescentes que buscan en el entretenimiento virtual largas horas de diversión. Con la llegada del contenido online la industria ha tenido un crecimiento exponencial en su presencia en los hogares, lo que ha supuesto una gran mejora, sobretodo para las propias empresas de videojuegos. A priori suena muy bonito, pero hay alguna cosilla que a mi no me ha acabado de convencer, recalco lo de a mí, ya que se basa únicamente en mi opinión personal, que aunque parezca una bobada hay que dejarlo claro.

El juego online ha supuesto muchas mejoras: jugar con y contra otros jugadores, lo que supone un reto añadido, ya que muchas veces la inteligencia artificial queda algo escasa; interactuar con ellos y hacer nuevas amistades más afines a tus gustos,ya que los más veteranos hemos tenido esa dificultad de encontrar amigos que compartiesen nuestra afición a los videojuegos; y la corrección de algunos errores del propio juego que se arreglan mediante parches. Evidentemente hay más cosas beneficiosas de la llegada del online, pero relacionadas con lo que es la jugabilidad creo que son las principales.

Como decía antes, todo suena idílico, pero también tiene sus cosas malas a mi juicio: ya de por si el gasto que supone una videoconsola u ordenador se le suma el gasto de una línea de internet, aunque a día de hoy eso casi no es un punto en contra ya que casi cada vivienda dispone de ella; las empresas quieren aprovechar el filón sacando videojuegos en poco tiempo, la mayoría con muchos fallos que aunque a posteriori se acaban arreglando mediante los parches, como he citado anteriormente, empañan la experiencia de juego y da la sensación que la única preocupación era sacar dinero en vez de un buen producto; si no dispones de una buena conexión la experiencia online se vuelve una pesadilla y no se disfruta en absoluto; aparte de venderte juegos a medio terminar la estrategia de las expansiones o DLC para sangrar aún más a los aficionados que pagarán ese plus para poder disfrutar de un poco más de contenido, y esta contra se basa principalmente en el sobrecoste de esas expansiones, ya que si fuesen de un precio más acorde a lo que ofrece sería casi más una ventaja, ya que aumentaría la cantidad de horas de disfrute del juego en cuestión; la historia de los propios juegos, salvo honrosas excepciones, no es tan atrayente como lo era hace años, supongo que debido principalmente al desarrollo a toda prisa para poder sacarlos al mercado rápidamente.
Una contra muy importante es que ahora los videojuegos tienen fecha de caducidad, en parte se une lo comentado sobre la historia del juego. Con lo de fecha de caducidad me refiero a que los juegos donde su gran atractivo es el contenido online depende en exclusiva de servidores, los cuales hay que pagar para que funcionen, pero las empresas llegado cierto punto no les interesa seguir dando soporte a esos servidores, por lo que los eliminan y se acabó el problema, al menos para ellos, pero no para los que compraron el videojuego con la esperanza de disfrutarlo en cualquier momento, ya sea al mes de sacarlo a la venta, o 20 años después. Un ejemplo es el videojuego MAG, que si alguno no lo conoce es exclusivamente online, directamente la empresa no ha incluido ningún tipo de apartado offline, y sus servidores han sido dados de baja, por lo que no existe forma a día de hoy de disfrutar de ese juego, directamente las tiendas de videojuegos los venden como objeto de coleccionista. A esto se le suma que precisamente por ese contenido online no se puede llegar a disfrutar del juego por completo si careces de eso, como puede ser Destiny, que sin la parte online se queda en un juego bastante soso, pero que está tan integrada al modo normal que sientes que te quedas a medias con la experiencia. Otros juegos llevan esa integración de una forma más agradable, como son los de la saga Souls, cualquier juego deportivo donde el componente online es simplemente un añadido que no afecta a lo que puede ofrecer el juego en comparación con lo que ofrecía cuando no había apartado online, o incluso los videojuegos tipo Call of Duty tienen una integración relativamente agradable, pero con matices. Estos últimos ofrecen una buena experiencia online, que es su principal baza, pero si carece de él aún te ofrece una campaña y ciertos modos que puedes disfrutar con algún amigo sin necesidad de internet. Cierto es que las campañas son cortas y no demasiado divertidas en comparación con las antiguas, recuerdo los primeros Medal of Honor, de la Playstation 1, la campaña era bastante larga, al menos como yo la recuerdo, y entretenida, este punto se mezcla con el comentado de que las historias de antes atraían más que las de ahora, que son más espectaculares, pero el reto, la inmersión y la duración son en general escasos.
Un último contra, pero no por ello menos importante, es la invasión a la que te expones, ya que muchos juegos online acaban sufriendo ataques de hackers que te fastidian por completo la experiencia, principalmente en shooters como los Call of Duty, donde un rato de diversión puede pasar a ser un sufrimiento en pocos segundos.

Ya se que el párrafo de contras es mucho más extenso que el de los pros, principalmente porque casi todo el mundo conoce los puntos a favor del contenido online, y al final los que hay que razonar son las cosas negativas. Por supuesto yo considero que el contenido online es un gran punto a favor para unir a gente con los mismos gustos, pero que también ha supuesto una pequeña lacra a la hora de desarrollar juegos en ciertos aspectos. Siempre hay excepciones, pero viéndolo con perspectiva creo que hay aspectos que no se pueden negar que están ahí.

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