martes, 26 de diciembre de 2017

El cliente indefenso

Os voy a contar lo ocurrido hace un mes en un hipermercado, ya que por diversas circunstancias no he podido hacerlo antes, y así aparte de compartirlo a ver si alguien sabe como actuar en caso de que vuelva a ocurrir.

En un hipermercado de mi ciudad ofertaban un producto, pero por descuido o dejadez de los responsables de la sección, la descripción del producto estaba referida a otro modelo cuyo valor era 300 euros más caro del que pretendían ofrecer, aunque para dejarlo más claro, estaban ofertando el ipad 2017 pero las características que describían era las del ipad pro. Soy consciente que ese error no lo ve cualquiera, solamente los entendidos en el tema, o alguien que se preocupa en mirarse las especificaciones de los productos, cosa que deberían hacer los que trabajen en una sección en concreto, así los carteles informativos estarían bien puestos.

Siguiendo con el relato, alguien se dio cuenta de esa situación, y con todo el derecho del mundo exigía que le vendieran el producto que tiene esas características al precio marcado, es decir, el ipad pro a precio de ipad normal, una exigencia aceptable ya que se debe a un fallo suyo, además conozco de primera mano antecedentes en ese mismo lugar  que les pasó lo mismo, pero con un teléfono móvil. En esa ocasión tuvieron que comerse el marrón, tras más de 2 horas de negociación y de intentar vender la moto de que era otro modelo, cosa que era mentira, ya que se daba la casualidad de que de esa marca de teléfonos no había más modelos con el mismo nombre. En esta ocasión también pasaron horas de negociaciones sin que ningún responsable diera la cara, la empleada iba y venía del almacén no se sabe para qué (curiosamente era la misma empleada que estaba cuando pasó lo del teléfono móvil), hasta que apareció con carteles nuevos para corregir el error inicial, tras lo cual se limitó a decir que es que no tenían más unidades de ese producto y que no iban a recibir más ya que iban a sacar el nuevo modelo. El cliente en cuestión no era tonto y la dijo claramente que no la creía, pero no insistió más y se marchó. La cosa no es que el cliente pensase que le mintió la empleada, es que fue una mentira descarada, ya que a día de hoy siguen ofertando ese producto, al precio correcto, eso si, y ya pasado un mes desde lo ocurrido ya es tontería poner una reclamación sin más pruebas que un cartel, ya que con eso justificas el precio mal puesto, pero no las mentiras que te dijo la empleada, ya que es su palabra contra la del cliente.

No se si a día de hoy con ese dato se puede seguir reclamando o simplemente estamos indefensos ante las mentiras de una empleada, ya sea por voluntad propia o mandada por sus jefes. Por antecedentes esa venta se la tenían que haber comido con patatas y corregir el precio posteriormente, pero lo fueron cambiando en medio de la negociación, y al final con una mentira se han cubierto el culo. Está claro que los errores en ocasiones no se pagan de ninguna forma.